El Cañón del Sil es más estrecho que el cañón del río Miño y sus paredes, algunas tan verticales que quitan el hipo. Podrás recorrerlo en catamarán o bien, en coche. Durante el paseo podrás apreciar cómo el ser humano ha aprovechado para plantar viñas, protegidas con la Denominación de Origen Ribeir