Un pueblo muy pequeñito y acogedor en el que pasar una mañana y comer tranquilamente. Tienen tensas “turísticas”, restaurantes y algún centro de cerámica con precios razonables.
Pueblo medieval, único y espectacular. Sus calles estrechas y llena de flores de todos los colores. Restaurantes con encanto y tiendas de recuerdos y decoración