Somos zorras, malas, libres. Somos la tentación. Somos las dueñas de nuestro cuerpo y nuestras alas. Las que nos tocamos dónde y cuando queremos. Somos las que gritamos en las calles y gemimos en las almohadas. Nos pintamos los labios de rojo y dejamos los de abajo abiertos para explotar de placer.