Desde la terraza del restaurante tiene unas vistas impresionantes, se ve todo el casco viejo de Toledo. Un lugar encantador donde la comida es un regalo para los sentidos. Dispone de piscina y jardín enorme, con acceso directo a las habitaciones de la planta baja, con una pequeña terraza incorporada
TOLEDO: El parador tiene unas vistas increíbles y la comodidad en las habitaciones es de 10, una cama grande con unas puertas como ventana que tienes unas vistas de todo el centro, baño separado con bidet y bañera. El desayuno es variado y bueno de calidad/sabor. Lo recomiendo al menos en una ocasió