Es un pequeño oasis en medio de Madrid. La carta engloba comida americana. Tuve mala suerte con la carne que pedí (fría y seca) pero los entrantes estaban buenos.
Un buen lugar para cualquier cosa. Está pegado a la Cibeles. Tiene un salón grande con zonas de reservados y un espectacular jardín/terraza. El servicio muy correcto y la comida muy rica