Llama mucho la atención el local, parece un antro con la decoración y una atmósfera muy curiosa, el servicio súper atento, comida portuguesa buenísima. Me sorprendió muchísimo, fui sin expectativas y salí encantada y redonda 🟢
Não sendo uma verdadeira taberna, faz no entanto uma fusão perfeita entre o tradicional e o moderno. Aconselho vivamente os petiscos, em particular as sardinhas em pão com 3 pimentos e os pastéis de bacalhau à Anti-Dantas