Un padre desesperado y un tenaz policía luchan contra sus propios demonios en la Nueva York de los años 80 mientras buscan a su hijo de nueve años, que ha desaparecido.
Benedict actorazo, buena historia y el personaje de Eric impresionante. De verdad que esperaba que fuera buena y superó aún más mis expectativas. Digerible pero con buena trama.