Martin San Telmo llega a una pequeña y remota localidad llamada Villa Escondida donde su querido medio hermano, Demetrio, vive y trabaja en una mina de explotación de oro; a su llegada Martin descubre que Demetrio se ha suicidado tras ser desilusionado por una mujer ambiciosa y desalmada que se burlo de él. Poco a poco, y gracias a la ayuda de los habitantes (que en un inicio se mostraban hostiles con él pero luego se convirtieron en sus amigos), Martin logra juntar las pistas que llevaron a Demetrio a la tragedia. Las pistas lo conducen hasta la Ciudad de México, a la mansión de los millonarios Prado-Castelo quienes son los dueños de una de las mas importantes plantas de joyeria del pais, según la información que ha conseguido, la mujer por quien Ricardo se quitó la vida vive en esa casa y su nombre empieza por V, pues le dejó a Ricardo una cadena con la inicial V y el apellido Prado-Castelo grabado en ella. Martin conoce a dos mujeres jóvenes allí, Veronica y Virginia Prado-Castelo, ambas sobrinas de la familia: Virginia inocente y fragil y Veronica fuerte y valiente. Sin saber cuál es la culpable, Demetrio es engañado tras una serie de coincidencias y rumores y termina creyendo que la mujer a la que busca es Verónica.
Verónica, la sobrina de un hombre millonario será víctima de las intrigas de su prima Virginia y de la venganza de Martín, quien en el intento por vengar la muerte de su hermano vivirá un amor lleno de obstáculos.
Versión número mil y que nadie quiso ni pidió de La Mentira de Bravo Adams. Aún así, la pareja protagonista sorprendió y enganchó, y traspasó la pantalla. 6/10