En 1629, el joven D'Artagnan, un hábil espadachín, viaja a París con una carta de recomendación de su padre para el señor de Treville, jefe de los Mosqueteros del Rey, pero la carta le es arrebatada por Rochefort, cómplice del cardenal Richelieu, ministro de Luis XIII (1610-1643), que es quien maneja los destinos de Francia. A su llegada traba amistad con tres mosqueteros que ocultan sus nombres haciéndose llamar Athos (el mayor y más reflexivo), Porthos (el más fuerte e inocente) y Aramis (que es sacerdote, pero no por ello deja de galantear con las damas). D'Artagnan ingresa en la guardia del Rey.