Desgraciadillo de mí, creía yo que los dramas tenían un concepto feliciano que pese a su tristeza siempre te dejaban un buen sabor de boca. Y entonces llegó "What Happened in Bali" para demostrarme que NO! Pueden ser muuuu chungos. Tiene el final más hijueputa de la historia. https://t.co/3bdUfDx7FO