Fugarse de la cárcel con un completo desconocido no es la situación ideal, pero Leo y Vincent se juegan demasiado como para plantearse las motivaciones de cada uno. A medida que su plan va tomando forma, tendrán que aprender a confiar el uno en el otro si pretenden conquistar su libertad.
Madre mía vaya fumada, tiene partes guapas, y el concepto en sí me mola, no me parece mal juego, pero me parece que los guionistas son consumidores frecuentes de psicotrópicos.