Tomaste mi mano, me enseñaste cómo
Me prometiste que estarías por aquí.
Tomé tus palabras,
y me creí todo lo que me dijiste.
Si alguien hubiera dicho hace tres años, que tú ya no estarías aquí
Me levantaría y le daría un puñetazo, porque están todos equivocados.
Yo lo sé.