Narra la relación entre Juan, “el seductor” ducho en las artes del engaño y la manipulación y la joven e ingenua Cordelia. Sin embargo, más allá de la trama literaria, abundar en la psicología del seductor no es sino un bello recurso que el filósofo danés utilizará para reflexionar sobre el hombre.
“Diario de un seductor” forma parte de su período estético y, desde luego, abunda en digresiones filosóficas. En ese sentido, se trata de una novela que ayuda a comprender el proceso en que la metafísica se torna literaria al tiempo que la literatura decimonónica converge.