Van Gogh trabajó como marchante de arte con escaso éxito, intentó convertirse en predicador, hizo incursiones como ilustrador de revistas y, por último, tuvo una carrera de pintor tan brillante como corta. Cuando murió en Francia a los 37 años sus cuadros se amontonaban, sin que casi nadie los mirase, en los armarios, desvanes y habitaciones de sus parientes, amigos y acreedores. Sin embargo, en su breve y tempestuosa vida, Vincent van Gogh había cambiado el curso del arte occidental para siempre. Trabajando con la plena colaboración del Museo Van Gogh de Amsterdam, Steven Naifeh y Gregory White Smith, ganadores del Premio Pulitzer por su biografía de Jackson Pollock, han tenido acceso a materiales inéditos, incluyendo correspondencia familiar hasta ahora desconocida, para recrear, con increíble viveza y una sorprendente precisión psicológica, la extraordinaria vida del pintor. Los autores arrojan nueva luz sobre muchos de los aspectos inexplorados de la existencia de Van G...