Es un sitio muy tranquilo de noche lleno de restaurantes lindos y de comida tradicional de la región. La gran catedral que hace presencia y que te incita a recorrer sus calles vecinas encontrando una parroquia muy cerca la una de la otra. Aunque eso sí cuidense del frío porque si es muy fresco.
En el centro de Puebla....se pueden pasar horas caminando. Ya sea en su zócalo, sus portales, las calles aledañas. Todo muy colorido y de arquitectura asombrosa