Es un jardín pequeño en Vancouver, lo descubrí por sorpresa pero sin duda valió la pena quedarse un rato, tiene los spots perfectos para tomarse fotos y sentarte a admirar la naturaleza
Jardin botánico, espacioso con un trato amable con su personal, pude encontrar plantas que jamas habría imaginado muy hermosas, me toco un dia nublado aun así disfrute muchísimo.