En fin, qué decir de este clasicazo del humor, una película que ha sabido envejecer muy bien y que sigue sacando una sonrisa a más de uno sin dejar de ser un profundo análisis de, valga la redundancia, "El sentido de la vida".
La película que me hizo comprender si eso es posible, ese humor con el que me siento tan identificado, el de los Monty Python. Antes había visto La Vida de Brian, pero nada como está película para acabar inmerso en esa irreverencia, en ese absurdo, en ese reírse de todo sin pudor, siendo ácidos.