Un grupo de turistas americanas hace un viaje por Europa, que prevé la visita de una capital por día. Al llegar a París, se dan cuenta de que el aeropuerto es exactamente igual al de Roma, de que las carreteras son idénticas a las de Hamburgo y que las farolas guardan un curioso parecido con las de Nueva York. En resumidas cuentas, el escenario no cambia de una ciudad a otra. Y ya que no pueden conocer París, se conformarán con pasar veinticuatro horas con parisinos de verdad, entre ellos Monsieur Hulot.
Una película de Jaques Tati, muy divertida que nos muestra cómo es la vida en un París industrial, desarrollado, y los contrastes que encontramos con ayuda del personaje del señor Hulot.