A principios de 1960, Víctor Torres, y su familia emigran a Brooklyn, Nueva York desde su natal Puerto Rico en busca de una nueva vida. El sueño Americano se desvanece rápidamente a medida que se enfrentan a una vida de carencias en su país de adopción. Como nuevo recluta en una pandilla de la calle, Víctor emprende un nuevo negocio lucrativo traficando drogas, en un intento de ayudar a su familia que está en dificultades económicas. Víctor es esclavizado por la droga, y sus padres, Manuel y Lila desesperados ante la impotencia deben encontrar una manera de ayudar a su hijo que se hunde en la desesperanza y la adicción. Un programa de rehabilitación basado en la fe es la última oportunidad para rescatar a Víctor.