Julia está cuidando a dos niños mientras un médico y su esposa están fuera. Durante la noche, un extraño llama a la puerta y le pregunta a Julia si puede llamar al autoclub para que lo remolquen. Sin embargo, la línea telefónica está muerta. Todo esto es parte del acto ya que se abrió paso y secuestró a los dos niños.
Una secuela sumamente digna, incluso al nivel de su antesesora. Lo único reprochable es que no anteceda con el contexto de lo ocurrido durante todos estos años con Jill.