El mejor chiringuito sin duda, es tan tan especial, que jamás mirarás la carta puesto que los platos y raciones se subastan a pleno pulmón por los camareros, si tienes la oportunidad de ir a Málaga es imprescindible que comas allí, pescado fresco del mismo día y los postres caseros!!!
Buenísimo. Es una experiencia muy curiosa, los camareros van alrededor de las mesas diciendo en alto lo que llevan, si lo quieres levantas la mano y te lo ponen, como si de una subasta se tratase, cuando acabas de comer te cuentan los platos y bebidas y pagas. A primera linea de playa. Volveré👏🏻