En esta reforma del oktoberfest, los intereses personales de los grandes cerveceros impusieron como norma que sólo las cervecerías de Múnich podían tener un puesto en la famosa feria y por lo que un reciente empresario del rubro se une a un joven cervecero local, quienes revolucionaron el evento.
De época, un tanto violenta pero histórica y basada en hechos reales, se ve rapido y es entretenida, aunque hay que saber el contexto en el que está por lo que si no te gustan las injusticias, mejor no la veas por si te reproduce nerviosismo