Un juego realmente hermoso como si estuvieramos en una pintura, una joya oculta de los videojuegos que no tubo el recibimiento que se merece, con un mundo amplio y misiones secundarias que te sumerge en un mundo vivo y colorido.
Una obra de arte en la que tus trazos determinan la historia de la diosa amaterasu, convertida en un bello lobo blanco y su travesía a través del imperio, liberando la belleza a través de pétalos de Cerezo. La música es hermosa. Los gráficos, artísticos.