Dos chicas jóvenes, tomando el sol en bikini, llegan a la conclusión de que si todo el mundo está corrompido, ellas también lo estarán. Después de esta subversiva conclusión ellas juegan a ser malas y negativas con el entorno.
Dos mujeres como protagonistas, en esta producción de 1966. Un claro ejemplo de la vinculación entre el feminismo de la segunda ola y la lucha contra el materialismo.