Muy buena serie, muy cómica. Un doctor con muy mala leche y buen hacer y unos procedimientos concretos llega a un pueblo donde todo el mundo es muy social. Tendrá que lidiar con ellos y hacerse poco a poco a la vida rural. Muy divertida, los personajes son muy buenos.
Mateo deja atrás su vida de cirujano en Nueva York, en pleno éxito profesional, para reconvertirse en el médico de San Martín del Sella, pueblo en el que pasó sus vacaciones de niño y adolescente.