Disfrazada de un drama criminal, esta obra maestra es la más pura definición del amor y la vida; con un sentido estético espléndido, es una de esas películas que una vez la veas, te cambia la vida.
Pierrot escapa de su aburrida sociedad y viaja de París al Mar Mediterráneo con Marianne, una niña perseguida por sicarios de Argelia. Llevan una vida poco ortodoxa, siempre a la fuga.