Lo más significativo del libro, no obstante, es su decidido y revolucionario empeño por alcanzar una renovación estilística a partir del monocorde realismo de la novela española de la época en que apareció.
Anteriormente se presentó a la primera edición del Premio Pío Baroja con el título de Tiempo frustrado y bajo el seudónimo de "Luis Sepúlveda" sin obtener el galardón.
La pobreza de las clases sociales más bajas, la falta de recursos en la investigación científica y el valor de la amistad son solo tres de los temas que recorre una novela que creó estilo y que ha sido muy imitada.