Con un ritmo muy pegajoso y divertido, The kinks cuenta una historia de amor entre un hombre y una mujer, o al menos eso creemos en un primer momento. Gran canción y un coro memorable.
Curiosamente, el sentido de la comercialidad de Ray estaba en escribir una historia sobre un muchacho que se enamora de alguien en una discoteca del Soho que resulta ser un travesti. Y que le tiene «de rodillas».