3 personas que tiene algo en comun, si, el nombre. Un niño judio que vive en Japon, un niño mitad japones y mitad aleman, y obviamente Adolf Hitler. Una gran obra de Osamu Tezuka.
Siendo purista, las historietas no son literatura tal cual; pero obras como estas demuestran que el género puede ser serio, profundo e interesante, sin dejar de lado el entretenimiento, por ello, son otra forma de expresión y para nada se les debe menospreciar.
Tezuka era un dios.