Es una reflexión "de señora", en el uso coloquial de una expresión que remite a que la moral femenina entre adultos sería una que observa solo problemáticas en los fenómenos o les da una importancia mayor que a los beneficios.
Matt Haig sostiene que es este mundo nervioso y rápido en el que vivimos el que crea individuos nerviosos, al límite. Estamos más conectados que nunca y sin embargo nunca hemos estado más solos...