Cuando Arielle llegó a casa de Chardin, con el cuerpo cargado de culpa y miedo, lo único que recibió fueron cuatro normas: No hables nunca de lo que te ocurre. No olvides respirar. No olvides lo que te hace sentir viva. Y por encima de todo: evita enamorarte. Pero quebró la primera norma, después de haber destrozado la cuarta, olvidado la segunda y aplazado la tercera. Francia, 1955. Arielle Larue nació en medio de la guerra y arrastra el caos allá donde va. Su abuela intenta convertirla en la esposa perfecta, pero nada de lo que le enseñe puede frenar el secreto que lleva dentro. Un secreto que acaba causando la peor de las destrucciones. Entonces Arielle es internada en Sainte Geneviève, para su protección y la de los que la rodean. Lo último que ella espera encontrar allí es una nueva familia; que empieza con Jem y sus palabras, con Nathan y sus chistes, con Claire y su miedo. Y que acaba con ella. Una familia que luchará por mantener cueste lo que cueste. Porqu...
Un libro muy íntimo que consigue tocarte el corazón y en el que acabas por cogerle un cariño muy profundo a los personajes y que trata temas muy complejos como es la salud mental. Recomendadísimo.