La primera obra de Jeanette Winterson, una novela autobiográfica sobre el paso de la infancia a la adolescencia.«Los curiosos siempre corren algún peligro. Si eres curioso, cabe la posibilidad de que nunca vuelvas a casa, como los hombres que ahora conviven con sirenas en el fondo del mar.» Jeanette WintersonEn los momentos cruciales de su infancia, Jeanette Winterson siempre tenía a mano una naranja: la agarraba, la pelaba y la comía como si esta pieza de fruta fuera a consolarla de todos sus males. Más tarde descubrió que existía fruta distinta, más sabrosa, pero había que comerla a escondidas, lejos de las habladurías de la gente y de la mirada inquisidora de su madre; era fruta prohibida, pero valía la pena correr el riesgo y disfrutar de aquella delicia.Adoptada por un matrimonio evangélico de una pequeña ciudad industrial inglesa, Jeanette Winterson creció a la sombra del fervor religioso de toda una comunidad. Los primeros años de su vida fueron un ir y venir entre fel...