¿Y si un día te despiertas y ya no te gusta tu vida? ¿y si te das cuenta de que ya no estás enamorada de tu prometido? ¿y si resulta que él tampoco quiere casarse pero no quiere ser quien ropa el enlace? Pues ahí empieza la guerra, a ver quién puede más. ¿Terminarán odiándose o queriéndose?