En el verano de 1862, un grupo de jóvenes amigos deciden vivir los siguientes meses en una casa de campo en Berkshire, para dejarse llevar por su imaginación y en el transcurso pasarán cosas.
La capacidad de Kate Morton de saltar de una fecha y un acontecimiento a otro es increíble. Te mantiene en todo momento pendiente e hilando la historia para llegar a un final que es, sin duda, la guinda del pastel.