Intensa, cruda, a veces desagradable, recuerdo que cuando la leí no creí que me fuera a entretener tanto, una novela que deja los perjuicios de lado y hace que disfrutes la lectura de una manera adicta, romance del bueno...
Salome y Styx son polos opuestos. Ella vive bajo las estrictas normas del profeta David; él ha crecido en un mundo de sexo, drogas y moteros. Pero cuando se reencuentren, sus vidas cambiarán para siempre.