Una historia de amor sin fecha de caducidad David Nicholls parte de un planteamiento de lo más original: tomar como referencia el día en que se conoció una pareja, el 15 de julio, y observar a lo largo de 20 años en qué punto se encuentra esta relación aquel día preciso del calendario.
En definitiva, Siempre el mismo día es una novela fresca y entretenida, con una estructura original y una historia cercana a la realidad y creíble en la que destacan unos personajes entrañables que harán que una vez que empieces a leerlo ya no puedas parar hasta descubrir cómo termina.