Se dice que es un pueblo fantasma porque fue abandonado por sus habitantes en dos ocasiones desde su fundación: la primera a causa del movimiento de Independencia y la segunda por la Guerra Cristera. Hace menos de tres décadas resurgió como destino turístico gracias a los vestigios de su esplendor.
Se dice que es fácil escuchar ruidos de piedritas siendo aventadas, pasos o que, en alguna ocasión, los guías han visto una sombra de más cuando dirigen un recorrido.