Un poco caro, pero merece la pena por sus vistas y ubicación. En frente de la giralda y la catedral, con piscina y una vistas maravillosas de la ciudad. Un mojito muy rico, y buena presentación de lo servido.
Es una pasada, y obviamente caro. Las copas valen desde 9,5 y una cocacola 5 euros, pero vale la pena