La clave de unos buenos aborrajados es servirlos recién cocinados, cuando aún están tibios, con la textura crocante por fuera y el queso derretido por dentro.
Es un plato típico vallecaucano; consiste en utilizar plátano muy maduro "con cáscara negra". El plato se basa en sacar tajadas delgadas, se fríen y se rellenan con queso campesino, luego se cubre con un relleno a base de huevos, leche y harinas, por último saborizándolo con azúcar y sal.