La película, un drama de madurez ambientado en los tumultos de la Irlanda del Norte de finales de los años 60, sigue al joven Buddy mientras navega por un paisaje de lucha obrera, cambios culturales radicales y violencia sectaria. Buddy sueña con un futuro glamuroso que lo aleje de los problemas, pero, mientras tanto, encuentra consuelo en su carismático padre y su madre, y en sus alegres abuelos.
Es una película preciosa que merece la pena ver. Me ha encantado como deja ver la crudeza de esos años en Irlanda del norte pero a través de la percepción de un niño.