Tras recibir la noticia de que su hijo adolescente, Matt, tiene cáncer, Sarah y Peter Campbell deciden trasladar a toda la familia cerca de la clínica dónde Matt está siendo tratado. El lugar elegido es una imponente casa de estilo victoriano que oculta un oscuro pasado como antigua funeraria en la que sucedieron terribles acontecimientos. La familia empieza a presenciar violentos y extraños fenómenos que, al principio, asocian con el estrés provocado por la enfermedad. Pronto se darán cuenta de que se enfrentan a oscuras y terroríficas fuerzas de origen sobrenatural.
Cuando su hijo Matt es diagnosticado con cáncer, Sara y Peter Campbell se mudan a Connecticut para estar más cerca de los médicos de Matt. Al principio todo marcha bien, pero luego Matt es perturbado por lo que aparenta ser una actividad paranormal.