Hablan los abuelos acerca de la existencia de cinco jóvenes Maléiwa que vivían cerca del arroyo de Wotkasainru’u. Wolunka, hija de la lluvia y de la tierra, cada vez que los escuchaba salía de la laguna donde acostumbraba a bañarse desnuda, se vestía con prisa y corría en búsqueda de los muchachos.
Hablan los abuelos acerca de la existencia de cinco jóvenes Maléiwa que vivían cerca del arroyo de Wotkasainru’u. Wolunka, hija de la lluvia y de la tierra, cada vez que los escuchaba salía de la laguna donde acostumbraba a bañarse desnuda, se vestía con prisa y corría en búsqueda de los muchachos.