Ángela y Malachy regresan a su Irlanda natal. Pero su situación no mejora: por un lado, la crisis que sigue a la independencia, y, por otro, el alcoholismo de Malachy, que dilapida en los bares lo poco que gana. A base de subsidios y caridad Ángela se las irá arreglando para mantener a sus 4 hijos.