Aunque la esposa trata de convencer a Tom que ella solo vino aquí en busca de algo para beber, el sabe la verdadera historia, no es la primera vez que ella se da a la fuga con hombres extraños en mitad de la noche. La esposa suplica a Tom que no llame a la policía, y en contra de su juicio, acepta ayudarla. Quizá sea solo un hombre enamorado, o tan solo sea tonto, pero su decisión será la peor que hará jamás en su vida. No pasa mucho rato hasta que Tom descubra una videocámara en el maletero del coche del hombre, donde él y su esposa verán como un grupo de individuos con máscaras de cráneos sacrifican en modo de ritual a un pobre chica. La situación se vuelve clara, Tom y su esposa deben salir de allí mientras puedan... (FILMAFFINITY)
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