Al este de Japón, en la zona que posee el paisaje más bello del país, en un pequeño islote vive una familia: los padres y sus dos hijos. Llevan una vida sencilla y austera debido a la escasez de agua y víveres. A pesar de ello son felices. Pero, un día, la desgracia llega a la isla y afecta duramente a la familia, que luchará silenciosa y resignadamente contra los elementos de la naturaleza. Un drama sin diálogos, en el que la imagen adopta el papel de narrador absoluto.
Muy bueno, muy entretenido. La verdad es que este es uno de los tantos primeros que jugué, en una GameCube, que buenos recuerdos, cuando la vida no era difícil.