Seis meses después de los incidentes relacionados con una cinta de vídeo donde se aprecia la muerte de una joven a manos de sus padres, Rachel Keller decide mudarse con su hijo de Seattle a un lugar donde puedan sentirse más seguros y empezar una nueva vida. La cinta de vídeo un tanto siniestra que acabó misteriosamente con la vida de un niño no deja de preocupar a Rachel, que decide emprender una investigación sobre todos aquellos que desaparecieron y saber qué tipo de maldición esconde la cinta.
Para escapar de los tormentosos momentos que les aterrorizaron, Rachel Keller y su hijo Aidan se trasladan a una pequeña comunidad costera de Astoria, Oregón, para empezar de nuevo y olvidar aquella pesadilla.