Santa Martínez (Gaby Espino) es una mujer que vive feliz en su matrimonio con Willy (Lincoln Palomeque), un profesor de piano que acude a trabajar a la mansión de la potentada familia Cano para darle clases particulares a Daniela Millán Cano (Ana Osorio), una joven caprichosa que al igual que su madre Bárbara (Wanda D'Isidoro) se obsesiona con Willy. Tras ser rechazada por el hombre, Bárbara convence a su hija de acusar a Willy de haber abusado sexualmente de ella y en complicidad con su hermano Humberto (Carlos Ponce) lo meten a la cárcel en donde muere asesinado por órdenes de la matriarca de la familia; Francisca (Gilda Haddock) y de Humberto.
El final te dejará sin palabras. Realmente es una historia que a cada rato te cambia lo que creías que era, 0 predecible. Muy buena trama y engancha muchísimo.